Analisis

Fundación del PCP

El 7 de octubre de 1928 se fundó el Partido Comunista Peruano con el nombre primigenio de Partido Socialista, idea que fue madurando en el pensamiento de José Carlos Mariátegui durante su estadía en Europa. La fundación del Partido de la clase obrera fue la respuesta al desafío de insertar el socialismo en la historia del Perú.

Culminaba así un largo periodo de gestas obreras, de anarquistas y librepensadores.  Después de dos años de intenso debate ideológico con el Apra, se definen dos rumbos diferentes y contrapuestos: Mariátegui con la revolución antiimperialista y socialista convencido de la necesidad de un partido de clase, y el nacional reformismo y la conciliación jefaturado por Haya de la Torre.

El 7 de octubre de 1928 marca la apertura de un nuevo hito en la lucha social y política por el socialismo peruano con una teoría revolucionaria guía para la acción que se hacía carne en la revolución proletaria de 1917 en la Rusia zarista. La clase obrera peruana en incremento numérico y organizativo ingresa en la lucha política.

Mariátegui, marxista convicto y confeso, echó a caminar el principal instrumento para la conquista del poder y hacer realidad el programa aprobado ese domingo 7 de octubre en la casa de Avelino Navarro. Empezó la larga y escabrosa marcha para hacer del socialismo creación heroica, sin calco ni copia, invocado por el propio Mariátegui en el célebre “Aniversario y Balance”, editorial de la revista “Amauta” N°17 en septiembre de 1928, un mes antes de la reunión de Barranco.

Desde entonces mucha agua ha corrido bajo el puente, cuantiosas luchas se han alzado contra el oprobioso sistema capitalista al que Carlos Marx desnudó en su esencia explotadora para concluir que es el socialismo una alternativa viable si se tonifica y desarrolla al calor de la lucha de clases, centro del torbellino por la transformación revolucionaria de la sociedad.

Décadas de dominio imperialista han regado de sangre, miseria y desigualdad social los pueblos del Perú escudados por gobiernos civiles y dictaduras militares, por partidos políticos y una prensa sumisa al amo oligarca, banqueros y monopolios; situación que se repite con las transnacionales que hoy dan rienda suelta a su voracidad en tiempos de la llamada globalización.

Arribamos a los 91 años no para hacer un ritual colectivo ni regocijarnos en lo tradicional que nada tiene que ver con la tradición viva y móvil, dialéctica, y renovada que reclamaba Mariátegui. Celebramos respetando la tradición heroica que nos respalda con héroes y mártires inclaudicables en la vigencia del Partido y el cumplimiento de la misión histórica que nos dio origen.

Miramos el futuro afirmando nuestra identidad como el partido de los trabajadores, comprometiendo redoblar esfuerzos para elevar su vitalidad, fortalecimiento y ubicación en el escenario nacional fijando nuevos estilos y formas de trabajo que impone la realidad, fieles a los fundamentos y principios revolucionarios que en esencia se mantienen válidos ya que el sistema capitalista contra el cual irrumpimos mantiene su condición explotadora y de marginación social, por  más modelo neoliberal que lo encubra y por más cambios que se hayan operado en el planeta.

Vemos con optimismo el renacer de las luchas liberadoras que incluyen a nuevos sectores sociales y políticos engrosando el espacio favorable a la unidad para la transformación que exigen las mayorías en el Perú. Eso anima nuestra existencia viva y en lucha junto a los trabajadores y pueblo peruano, a la juventud, hombres y mujeres del campo y la ciudad, a las fuerzas de izquierda, democráticas y progresistas.

EL ACTA DE FUNDACIÓN:

La reunión de Barranco (*)

La segunda reunión se efectuó el domingo 7 de octubre, en casa de Avelino Navarro, en Barranco. Asistieron José Carlos Mariátegui, Avelino Navarro, Borjas, Hinojosa, Portocarrero, Martínez de la Torre, Regman, Luciano Castillo, Chávez León.

Los acuerdos a que se llegaron, fueron:

  1. Dejar constituido el grupo organizador del Partido Socialista del Perú.
  2. Se nombró Secretario General a Mariátegui; Secretario Sindical, Portocarrero; Secretario de Propaganda, Martínez de la Torre, Tesorero: Bernardo Regman, Navarro e Hinojosa fueron agregados a la Secretaria Sindical.

III. Se aprobó la siguiente moción de orden del día, redactada por Mariátegui.

“Los suscritos declaran constituido, un Comité que se propone trabajar, en las masas obreras y campesinas, conforme a los siguientes conceptos:

  1. La organización de los obreros y campesinos, con carácter netamente clasista, constituye el objeto de nuestro esfuerzo y nuestra propaganda y la base de la lucha contra el imperialismo extranjero y la burguesía nacional.
  2. Para la defensa de los intereses económicos de los trabajadores de la ciudad y el campo, el Comité impulsará activamente la constitución de sindicatos de fábrica, de hacienda, etc., la federación de éstos en sindicatos de industria y su confederación en una central nacional.
  3. La lucha política exige la creación de un partido de clase, en cuya formación y orientación se esforzará tenazmente por hacer prevalecer sus puntos de vista revolucionario clasista. De acuerdo con las condiciones concretas actuales del Perú, el Comité concurrirá a las constituciones de un partido socialista, basado en las masas obreras y campesinas organizadas.
  4. Para precaverse de represiones y persecuciones desmoralizadoras, los sindicatos obreros y campesinos gestionarán su reconocimiento por la Sección de Trabajo. En su estatuto, su declaración de principios se limitará a la afirmación de su carácter clasista y de su deber de contribuir a la fundación y mantenimiento de una confederación general del trabajo.
  5. La organización sindical y el partido socialista, por cuya formación trabajaremos, aceptarán contingentemente una táctica de frente único o alianza con organizaciones o grupos de la pequeña burguesía, siempre que éstos representan efectivamente un movimiento de masas y con objetivos y reivindicaciones concretamente determinados.
  6. El Comité procederá a la organización de comités en toda la república y de células en todos los centros de trabajo, con relaciones estrictamente disciplinadas.

(*) RICARDO MARTINEZ DE LA TORRE. “APUNTES PARA UNA INTERPRETACIÓN MARXISTA DE HISTORIA SOCIAL DEL PERU” TOMO II  Pág. 397-398.

Al finalizar el acta de los acuerdos de la reunión de Barranco, el mismo Ricardo Martínez de la Torre en su obra citada hace un comentario final en los siguientes términos copiados textualmente:

“Quedaba así, oficialmente, colocada la primera piedra del movimiento revolucionario del proletariado del Perú. A partir de ese momento, se procedió a un activo trabajo de organización de las células del Partido, tanto en las fábricas y talleres, como en el resto de la República”.

“Esta labor se realizaba en medio de las mayores dificultades. Había que burlar la represión policial, entregarse a una activísima labor de esclarecimiento ideológico, luchando no solo contra el atraso político de los trabajadores, sino también contra los líderes anarco-sindicalistas, contra los intelectuales, más desorientados aún, y contra la labor confusionista de Haya de la Torre. Además, los cuadros para la realización de este trabajo estaban reducidos a unos cuantos elementos, ya que no colaboraban Luciano Castillo, Chávez León y Teodomiro Sánchez, quienes limitaban su actividad a las sesiones del Comité, para abandonar, más tarde el Partido sin haber realizado un solo acto de pro de la causa obrera”. (Ricardo Martínez de la Torre, obra citada, Pág. 398).

El 04 de marzo de 1930, la Sesión Plenaria del Comité Central, evento presidido por Mariátegui, acordó el cambio de nombre a Partido Comunista Peruano, oficializándose así su adhesión al movimiento internacional comunista.

 

 

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