Compendio histórico de la Segunda Guerra Mundial
Publicamos este texto en memoria a los artífices de la victoria sobre el nazi-fascismo-alemán-hitleriano, en la Segunda Guerra Mundial.
Por: c. José Cadenillas
En la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la Entente (Inglaterra, Francia y EE.UU.) obtuvo la victoria sobre Alemania. Rusia no participó de esa guerra, pues Vladimir Ilich Ulianov – Lenin consideraba que era una guerra imperialista y no beneficiaba al pueblo.
Lenin lideró a los bolcheviques en la Revolución Socialista de Octubre en 1917, derrocando al zar, y el comunismo dejó de ser “el fantasma que recorre Europa” (citado así por Marx y Engels en el Manifiesto comunista de 1848) para convertirse en una esperanzadora realidad revolucionaria en Rusia. El Partido Bolchevique fundó la República de los Soviets (organización gubernamental sin parangón en la historia), liquidó al zarismo, decretó la paz, dio leyes en beneficio del pueblo y los trabajadores. En 1922 se crea la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), cuya Constitución Política establece por primera vez, en la faz de la tierra, el poder gubernamental de los obreros y campesinos, fundamentado en la ideología del socialismo y el comunismo.
Crisis y bloques mundiales
El compromiso de paz alcanzado por la Entente y Alemania en el Tratado de Versalles (1919) terminó con las acciones bélicas, pero no logró superar las contradicciones económico-financieras que originaron la Primera Guerra Mundial: el reparto territorial para el comercio y la inversión de capitales en el mundo; la lucha por recursos naturales de países no desarrollados para las industrias de los países capitalistas; la política de expansión territorial a través del colonialismo, que propició el desarrollo acelerado de algunos países capitalistas y el estancamiento de otros.
Esto llevó a la Crisis Mundial 1929-1933. La producción de los países capitalistas descendió: en EE.UU., 64%; en Inglaterra, 88%; en Alemania, 65%; en Francia, 81%. El comercio mundial se redujo en 65%. Los trabajadores desocupados en EE.UU. eran de 13’700,000; en Alemania, 5’000,000; en Inglaterra, 2’600,000; en todo el mundo, 30’000,000.
En Oriente, Japón (1931) invade el norte de China y países del sur de Asia. Se crea un peligro de invasión para la URSS.
En Europa, en enero de 1933, el capitalismo monopolista alemán instala en el poder al fascismo, al nombrar a Hítler como canciller imperial de Alemania.
Como consecuencia de la agudización de las contradicciones en el mundo capitalista, se crearon dos bloques opuestos, pero capitalistas. En octubre de 1936, Alemania e Italia forman el EJE Berlín-Roma, al que posteriormente se une el Japón. Inglaterra y Estados Unidos, al pretender entendimientos independientes con Alemania, demoraron la conformación del segundo bloque hasta después de comenzada la guerra; a ellos se unió Francia.
La política de Hitler
La designación de Hitler como canciller imperial de Alemania significó el aplastamiento de las fuerzas democráticas y revolucionarias surgidas durante la República de Weimar.
Hitler desconoció los acuerdos asumidos por Alemania tras su derrota en la Primera Guerra Mundial y fortaleció la industria bélica.
La ideología nazi-fascista de Hitler consideraba la superioridad étnica de los arios y la necesidad y derecho, para los alemanes, de expandir su territorio o “espacio vital” para que vivieran mejor. “Ahora”, decía Hitler, “Alemania nos pertenece, pero mañana nos pertenecerá el mundo entero”. Ante tales intenciones, los países europeos le hicieron conocer sus protestas, por lo que optó por centrar sus pretensiones en los territorios que debía arrebatarse a la URSS, coincidentemente, objetivo fundamental de los países capitalistas occidentales.
Hitler gobierna con un partido único propiciando y fortaleciendo el totalitarismo, la autocracia de la ideología nazi, el pangermanismo, el antisemitismo, el anticomunismo, el racismo, el nacionalismo, el militarismo y la persecución étnico-político-religiosa. Exhalaba un odio irracional a todo lo que significaba democracia y socialismo. Prohibió toda idea que contradecía su ideología nazi. Hizo quemar libros de Voltaire, Darwin, Marx, Engels, Tolstói, Hemingway y muchos más.
El tercer Reich
El primer Reich, consideraba Hitler, era el Sacro Imperio Romano Germánico (años 800/962-1806), fundado por Carlomagno y unificado por el káiser Guillermo I. El segundo Reich duró 47 años (1871-1918); sus ambiciones territoriales y la crisis general del capitalismo llevaron a la Primera Guerra Mundial. Después del Tratado de Paz de Versalles surge la República de Weimar (1918-1933), cuya inestabilidad política y social permitió que Hitler tomara el poder en 1933.
Hitler, ilusionado por las antiguas glorias teutónicas, consideró que su gobierno iniciaba el tercer Reich y preparó su invasión a la URSS creando el plan Barbarroja, en mención a Federico I (que se ahogó el 10 de junio de 1190, en el río Salepf, Anatolia, Turquía, durante la tercera de las cruzadas que los cristianos organizaron, entre 1095 y 1291, para combatir a los musulmanes). Como su lejano predecesor, Hitler se “ahogó” en las estepas rusas. El tercer Reich duró 12 años (1933-1945) y no mil como pretendía.
Bajo sus falsos designios de reivindicaciones ancestrales, ocultó su esencia reaccionaria y expresión extrema del capitalismo monopolista alemán y mundial, pues quería destruir el régimen socialista de la URSS. Tarea fracasada, tanto para los nazi-fascistas alemanes como para sus aliados ideológicos occidentales (Estados Unidos, Inglaterra, Francia y otros).
En la serie que editó y pertenece a JSC “Transneft”, Moscú, Federación de Rusia: “Una guerra desconocida – El frente oriental”, en el filme 01: “22 de junio de 1941”, “Róssemberg, principal ideólogo de Hitler, explica el plan de invasión y ocupación para la URSS: después de la victoria, la parte europea de Rusia se anexaría al Tercer Reich, millones de rusos serán muertos o deportados, ante todo se destruirá y desaparecerá a los miembros del Partido Comunista”.
Estas directivas fueron puestas en práctica, durante la guerra. El Comando de las fuerzas nazi-fascistas-hitlerianas ordenó a sus soldados tratar brutalmente a la población rusa de las regiones invadidas, arreciando la violencia si presentaba resistencia, fusilando 50-100 rusos por cada soldado alemán muerto por los guerrilleros soviéticos.
En la sección “historia” de Russia Beyond. del 25 de setiembre de 2017, el historiador Jaime Noguera relata las intenciones de Hitler sobre Rusia.
“Pretendía convertir a la URSS en una serie de comisariados del tercer Reich alemán, auténticos virreinatos. El 16 de junio de 1941, nombró a Siegfried Kasche a cargo del Reichkommisariat Moskowien que comprendía los territorios del norte y centro de Rusia hasta los Urales. Kasche esperó en vano y fue ejecutado el 7 de junio de 1947 en Yugoeslavia por crímenes de guerra.”
La península de Crimea, y el sur de Ucrania serían “desalojadas” de toda la población local y repoblada por alemanes. El nazi-fascismo quería establecer un seguro abastecimiento agropecuario para su alimentación e industria, en las grandes y ricas tierras de Ucrania. Nombró al terrible Odilo Globocnik, jefe de las SS de Lublín-Polonia, para dirigir el futuro Kommisariat de Sverdlovsk. A Wolf Henrich von Heldorf, general de la SS y jefe de policía en Berlín, se le encargó la tarea de esclavizar y expoliar a los habitantes de la región de Yaroslavl.
El odio hacia el pueblo ruso lo manifestó Hítler, en el otoño de 1941, cuando su ejército avanzaba en la Operación Tifón hacia Moscú. En reunión de su Estado Mayor, declaró “que la ciudad de Moscú debería ser cercada de manera que ni un solo soldado ruso y ni un solo habitante, fuera hombre, mujer o niño, pueda abandonarla. Hay que aplastar por la fuerza todo intento de salida. Que Moscú y sus alrededores serían inundados y que donde hoy se alza la ciudad surgiría un mar que ocultaría para siempre al mundo civilizado, la capital del pueblo ruso”. (tomado de la web Rusia Beyond, sección “Historia”, por Jaime Noriega, 25 de setiembre de 2017).
Para cumplir esta misión, que no pudieron realizarla por la derrota sufrida por los alemanes en la Batalla por Moscú, en el invierno de 1941/42, Hítler designó a Otto Skorzeny para capturar y dinamitar las esclusas del canal Moscú-Volga. Este especialista en operaciones especiales liberó en 1943 a Mussolini de su detención en Italia. Hítler decidió, también, que Leningrado (actual San Petersburgo-Rusia) y Kiev (Ucrania) serían, igualmente, arrasadas. Este mismo Skorzeny fue designado por Hítler para asesinar a los tres líderes aliados Iosef Stalin, Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt en la Conferencia de Teherán (Irán), efectuada entre noviembre y diciembre de 1943, al ser descubiertos, el plan se paralizó.
El Ejército Rojo soviético, el pueblo soviético, su Gobierno y el espionaje y diplomacia soviéticos, se encargaron de que los siniestros designios de los nazi-fascistas se volvieran irrealizables.