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LA ESPERANZA DEL BICENTENARIO

La derecha quiere tumbarse la candidatura de Pedro Castillo. Los comunistas debemos impulsar la alternativa de izquierda que representa Perú Libre.

Quienes dijeron que Pedro Castillo no salió bien de la huelga magisterial de 2017 y por ello su representatividad y actividad política no tendría bríos estaban equivocados. El dirigente sindical ha realizado una campaña memorable y ha logrado imponer la estampa del sombrero cajamarquino junto con el estribillo “No más pobres en un país rico. Palabra de maestro” como un sello de identidad.

Incluso con las encuestas menos promisorias, va a la delantera superando a su contendora, lo que ha permitido a la izquierda peruana e internacional tener la esperanza de un verdadero cambio en el Perú.

Ante este hecho, la derecha lo ataca con una campaña de “terruqueo” y, a la vez, intentando partir la unidad de Perú Libre; dos de sus tácticas para ello son separarlo de Vladimir Cerrón y señalar que el partido carece de cuadros técnicos. Por ende, en las siguientes páginas, colocaremos información sobre la forma de organización de Perú Libre y algunas explicaciones sobre los temas más importantes en el marco de esta campaña electoral, para evitar la desinformación.

 

RESPALDO DEL PCP

Mientras desde otros lares del espectro político de izquierda se veía al maestro de reojo, desde el Partido Comunista Peruano saludamos desde el inicio a Perú Libre y Pedro Castillo reafirmando nuestro llamado a la unidad para derrotar a la corrupción y al neoliberalismo, en un pronunciamiento publicado el 15 de abril de 2021, a 4 días de sucedida la primera vuelta.

“El momento político nos plantea una gran decisión: dejamos que nos destruya la corrupción, la narcopolítica, el saqueo de nuestras riquezas […] o se trabaja por fortalecer y construir organizaciones unitarias y solidarias para derrotar a los grupos de poder económico, político, la corrupción y a la impunidad”, dice el comunicado firmado por la Comisión Política del PCP, que más adelante plantea: “Saludamos fraternalmente el triunfo del profesor Pedro Castillo, quien expresa la esperanza del pueblo por el cambio social y la recuperación económica desde una perspectiva popular […] Reiteramos nuestro compromiso de seguir luchando por la unidad del pueblo en el proceso de construcción del poder popular. Las aspiraciones de quienes han dado su voto a favor del candidato Pedro Castillo deben ser consolidadas y debemos sumar esfuerzos para su triunfo en la segunda vuelta y garantizar un gobierno exitoso y sostenible”.

 

LOS COMPROMISOS

El reciente 5 de mayo, Perú Libre y el Acuerdo Político Nuevo Perú-Juntos por el Perú publicaron la declaración conjunta “Por la refundación de nuestra patria con soberanía, justicia e igualdad” firmada por sus representantes, Pedro Castillo Terrores y Verónika Mendoza Frisch, respectivamente, en el que se proponen trabajar en forma conjunta para afrontar la crisis agravada por la pandemia, “dejar atrás el modelo económico impuesto por la dictadura fujimorista”, combatir la corrupción e impunidad y refundación del Estado garantizando el ejercicio de derechos para todos, y todo ello en el marco de una Asamblea Popular Constituyente que redacte una nueva Constitución Política y entierre así la Carta  Magna de la dictadura  fujimorista.

En el mismo acto, realizado en el Club Apurímac de la Av. Brasil, en Lima, se dio lectura al “Compromiso con el pueblo peruano” firmado por Pedro Castillo. En este documento, se compromete a resguardar la salud y tomar decisiones basadas en la ciencia y tecnología, plantear una Asamblea Constituyente, dejar el cargo el 28 de julio de 2026, lucha anticorrupción, respeto a derechos humanos y a las minorías incluyendo a los pueblos indígenas, seguridad ciudadana y consolidar instituciones que sirvan verdaderamente al pueblo.

Este último documento es más completo que la declaración conjunta y sienta una posición claramente en contra del fujimorismo. Sin embargo, debemos mencionar que en ninguno de los dos documentos se menciona a los trabajadores y menos a los trabajadores organizados, aun cuando la CGTP, en su comunicado del 21 de abril titulado “Contra el terrorismo de derecha en defensa de la soberanía nacional”, marcó una posición contra el terrorismo mediático fujimorista y en favor del cambio. Esperamos que próximamente se cubra esta ausencia de una posición en favor de los trabajadores, algo propio de un sindicalista como Pedro Castillo.

 

VOCERÍAS EN PERÚ LIBRE

Una de las argucias utilizadas por el fujimorismo y sus adláteres para desprestigiar a Perú Libre son sus vocerías, tratando de crear caos y división, al mismo tiempo que los medios de comunicación intentan conocer al equipo técnico de Perú Libre para liquidarlo. Es indudable que un partido político de izquierda que ha llegado a la segunda vuelta y con una ventaja bien marcada tiene por lo menos cuadros dirigenciales con una mayor coordinación para lograr este objetivo que aquellos que no lo lograron. Es innegable.

En ese sentido, la táctica de Perú Libre es ocultar a ese equipo para evitar que sufran el “terruqueo” acostumbrado y reforzar la política de alianzas de cara a enfrentar la segunda vuelta electoral y aglutinar fuerzas para la prometida Asamblea Constituyente que redacte la nueva Constitución Política. En este acápite es bueno recordar el “Manifiesto de Cajamarca” del 5 de abril de 2021, firmado por Pedro Castillo como candidato presidencial y Vladimir Cerrón como secretario general de Perú Libre. En él se comprometen a: conseguir vacunas para todos, reactivar la economía popular, expulsar a las agencias extranjeras y bases militares, revisar los contratos ley que benefician a los grandes empresarios mientras la SUNAT perjudica a los débiles, rentabilidad y licencia social en contratos mineros, todo ello en base a una nueva Constitución previa convocatoria a un referéndum por una Asamblea Constituyente.

No es cierto que Castillo haya marcado distancia con Cerrón, sino que las vocerías del gobierno y del partido son distintas, cumpliendo orgánicamente los acuerdos partidarios que se establecieron en la Directiva Conjunta N° 001-2021-PPNPL, del 22 de abril, que señala a la letra: “… los voceros nacionales son: a) El candidato José Pedro Castillo Terrones en propuestas de Gobierno. b) El Secretario General Nacional Vladimir Cerrón Rojas en asuntos concernientes al Partido”, mientras que la vocería en regiones corresponde al congresista electo con mayor votación, como titular, y el que le sigue, como alterno; asumiendo Cerrón la vocería en las regiones donde no haya congresistas electos. Y más adelante se incide en que “los mensajes y declaraciones de los voceros regionales no deberán salir de lo establecido en: a) Ideario y Programa; b) Propuesta de los primeros 100 días de gobierno; c) Manifiesto de Cajamarca”.

El “Ideario y Programa” es un amplio documento que puede conseguirse en internet. En la “Propuesta de los primeros 100 días de gobierno” se menciona la ansiada desactivación del Grupo de Lima; potenciar la integración latinoamericana; cobranza compulsiva a grandes contribuyentes deudores; construcción de grandes ejes de transporte terrestre; aumento del gasto social en salud, educación y comunicaciones, entre otras propuestas, como el referéndum constitucional, expulsión de USAID y bases militares de los Estados Unidos, y otros.

Como se ve, las vocerías y las propuestas se han ido construyendo a partir de documentos básicos que tienen un orden que nace del “Ideario y Programa”. Con respecto a Vladimir Cerrón, una de las principales causas de demolición de su figura política es su sentencia por negociación incompatible; Cerrón y Castillo han dicho al respecto que se trata de una persecución política. En ese sentido, citamos el artículo “El indefendible” de Ricardo Uceda publicado en el diario La República (14/07/2020): “Le imputaron incorrectamente un pago de 850 mil soles a una empresa que en el 2011 amplió el sistema de agua potable y alcantarillado de La Oroya […] durante la administración del gobernador Vladimir Huároc. Cerrón, el sucesor, no hizo más que ejecutarla, basado en los informes técnicos de sus gerentes. De lo contrario habría incumplido su obligación como autoridad, produciendo daño a la economía regional […] Cerrón fue condenado por un juzgado y por una Sala Superior Anticorrupción de Junín. Lo sorprendente es que no había pruebas, salvo que era la máxima autoridad. Cerrón no participó en ningún trato”. Independientemente de la culpabilidad o no de Cerrón, debemos advertir que los medios de comunicación de masas tratan de liquidar a Castillo con la sentencia de Cerrón, pero no ligan igualmente a Keiko Fujimori con la corrupción y los crímenes de lesa humanidad de su padre y Vladimiro Montesinos, con quien vivió en el SIN.

El futuro 6 de junio los peruanos iremos a votar y elegir entre dos candidatos. Fujimori carga con la herencia de crímenes de lesa humanidad y corrupción producto del cogobierno con su padre desde los años 90, con decenas de fujimoristas con sentencia condenatoria por la justicia peruana y con una acusación fiscal que exige para Keiko 30 años y 10 meses de cárcel por crímenes como lavado de activos, crimen organizado, obstrucción a la justicia y falsa declaración en proceso administrativo. Por el otro lado, Castillo no tiene sentencias ni investigaciones, y representa la esperanza de cambiar el modelo. Mientras Keiko Fujimori busca la impunidad presidencial de los delitos que se le imputan, Castillo es la alternativa popular del bicentenario de la República por un cambio verdadero y participativo.