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DECLARACIÓN FINAL La Integración Regional para avanzar en la soberanía de América Latina y el Caribe En homenaje a Marco Aurélio Garcia

  1. Los partidos y movimientos políticos miembros del Foro de São Paulo, presentes en este XXVI Encuentro en Brasilia, Brasil, agradecen a los partidos anfitriones, Partido de los Trabajadores y Partido Comunista de Brasil, la organización de este trascendental evento, la primera gran actividad desde la pandemia de COVID-19, bajo el lema “Integración regional para avanzar en la soberanía latinoamericana y caribeña”.

  1. También agradecemos la presencia de organizaciones amigas de todo el mundo, que han venido a unirse a nuestras delegaciones y sumarse a los debates por una América Latina y el Caribe soberanos e independientes, protagonistas de un amplio movimiento por un mundo multilateral, justo e igualitario.

  1. Es un hecho político y simbólico trascendente la realización de este XXVI Encuentro en Brasilia, precisamente cuando a través de la movilización del pueblo y de la formación de un amplio movimiento por el rescate de la democracia brasilera, lograron una espléndida victoria electoral y la nueva Presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva, siendo ésta la más contundente respuesta histórica al golpe de Estado parlamentario contra la Presidenta Dilma Rousseff, a lo que siguió el infame e injusto encarcelamiento del Presidente Lula, que se tradujo en un Golpe de Estado electoral, al impedir -violando las leyes y los derechos humanos- su participación en las elecciones de 2018. Durante los años siguientes, los partidos de izquierda y progresistas, los sindicatos y los movimientos sociales brasileños han sufrido una fuerte persecución con vista a su aniquilamiento político. Ahora, en 2023, Lula es nuevamente Presidente de Brasil y Dilma Rousseff ocupa la Presidencia del Nuevo Banco de Desarrollo -conocido como el Banco de los BRICS-, hechos emblemáticos que dan cuenta de un viraje histórico en la correlación de fuerzas, reposicionando a la izquierda brasileña como protagonista en su país, y al Presidente Lula como protagonista internacional.

  1. Es importante resaltar que desde el XXV Encuentro del FSP hasta ahora, se registraron multitudinarias manifestaciones populares contra las políticas neoliberales y de la derecha, la lucha por los derechos sociales, económicos y culturales de los pueblos se colocaron de nuevo en la palestra y ello se tradujo en unidad de las fuerzas populares y en victorias electorales, como la de Andrés Manuel López Obrador en México, Alberto Fernández en Argentina, Pedro Castillo en Perú, Luis Arce, que derrocó el Golpe de Estado en Bolivia, Xiomara Castro en Honduras, Gabriel Boric en Chile, Philip Pierre en Santa Lucía, Gustavo Petro en Colombia, las regionales y municipales en Ecuador, las nacionales en Cuba y, obviamente, de Lula en Brasil, que se suman a los demás gobiernos de izquierda y progresistas de nuestro continente que luchan heroicamente por la soberanía, el bienestar social y la democracia participativa.

  1. Por otro lado, estas victorias y la constante movilización de los pueblos provocan una ofensiva conservadora y de la extrema derecha, incluso la continuidad del lawfare, que demandan una vigilancia y lucha constante contra las amenazas y los ataques. Respaldamos las luchas del Pueblo Salvadoreño por la restitución de sus derechos políticos y constitucionales. Condenamos en Perú que la represión ha causado 69 muertos, de los cuales 49 habrían sido asesinados con armas de uso militar y policial. Rechazamos la criminalización de la protesta social y el impedimento del derecho a movilizarse pacíficamente. Exigimos el corte de juicios por lesa humanidad y libertad de los detenidos. Asimismo, denunciamos que el gobierno de Dina Boluarte ha autorizado la presencia de tropas norteamericanas con fines de amedrentamiento a la población. Rechazamos la declaración del Congreso del Perú en contra de los presidentes Gustavo Petro, Manuel López Obrador y al expresidente Evo Morales frente a sus valoraciones sobre la situación política y social peruana.

  1. Este Encuentro ocurre en un momento en que el mundo enfrenta diversos desafíos. El avance de las fuerzas políticas de derecha y extrema derecha, el cambio climático, el conflicto en Ucrania, entre otros, son hechos que demandan nuestro enfrentamiento directo y urgente.

  1. Debemos unirnos contra los intentos de dividir el mundo entre Occidente y Oriente, entre “nosotros y los otros”, lo que aumenta las animosidades y nos lleva a un mundo de conflictos que colocan a toda la humanidad en peligro. La multipolaridad es esencial para el balance de fuerzas e intereses diversos que permite el desarrollo a los países del Sur. Para ello, nuestra integración es importante, como una región de paz y crecimiento bajo las fuerzas progresistas y de izquierda, con propuestas para enfrentar los problemas globales.

  1. Necesitamos hacer frente a estos desafíos a través de acciones concretas y desde una perspectiva de izquierda y progresista, con soberanía e independencia, consolidando junto a los pueblos de Nuestra América el compromiso con la paz, refrendado en la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aprobada en la II Cumbre de la CELAC en La Habana, en 2014, el respeto al medio ambiente, la defensa de una economía más justa y solidaria, el reconocimiento efectivo de la diversidad étnica y social. Por medio del diálogo y respeto a la diversidad de nuestros pueblos, seguiremos construyendo Nuestra América como una región de paz y cooperación, comprometida con el desarrollo sostenible y la justicia social, la defensa de la soberanía y la no injerencia en asuntos internos. Saludamos la reanudación de la CELAC, empezada por el presidente López Obrador, y de la UNASUR, esta última en debate avanzado propuesto por las iniciativas de Lula, Alberto Fernández y Gustavo Petro. Saludamos también la constitución de la CELAC Social en Argentina, el pasado mes de enero, y la preparación de la Cumbre de los Pueblos, por ocasión de la Cumbre CELAC-UE, en Bruselas, en julio de 2023.

  1. En este contexto, resaltamos la necesidad de avanzar con pasos firmes a la integración regional como uno de los ejes centrales en nuestra agenda política, económica y social, con una visión estratégica amplia y equitativa. Por medio de la integración económica, a través de la construcción y ampliación de las redes de infraestructura, logística y energética, creemos que la región podrá avanzar en la superación de las asimetrías y la eliminación de los efectos de medidas coercitivas unilaterales que impone el gobierno de Estados Unidos, que tanto hacen sufrir a nuestros pueblos.

  1. Nuestra región clama por una nueva industrialización ecológica y productiva, a partir del papel inductor del estado en inversiones y de la cooperación científica y

tecnológica, dejando de ser una mera exportadora de recursos naturales y de commodities, creando y fortaleciendo cadenas productivas regionales, incrementando las relaciones comerciales intrarregionales, avanzando en mecanismos de estabilización, financiamiento y de comercio soberanos. Es esencial que esa industrialización ocurra sobre nuevas bases de protección al medio ambiente y una verdadera transición ecológica, a partir del avance de la ciencia y de la tecnología.

  1. Apoyamos los diversos esfuerzos por una América Latina y el Caribe que respete el medio ambiente e incorpore la lucha contra el cambio climático como un eje central para su desarrollo económico, y llamamos a un proyecto propio de desarrollo soberano que tenga en cuenta las demandas específicas de nuestros países. Estos esfuerzos deben considerar la agricultura familiar y asociativa, la producción de alimentos orgánicos, formas sostenibles y menos dañinas para las grandes producciones agrícolas exportadoras, incluyendo el cooperativismo, reducción de las desigualdades territoriales, el reconocimiento de los pueblos originarios americanos, su cultura y saber ancestrales, y el derecho a sus tierras y el uso de sus territorios y la protección de la Amazonía y de sus pueblos indígenas.

  1. Asimismo, la pandemia de COVID-19 demostró la necesidad de construir igualmente nuestra integración sanitaria, que permita el intercambio de conocimiento científico en el área de la salud, así como la asistencia sanitaria en momentos de crisis, la elaboración y producción de nuevos medicamentos y vacunas a partir de nuestro propio desarrollo científico y farmacológico, reduciendo la dependencia externa.

  1. Proponemos avanzar en el intercambio cultural, educacional y científico, permitiendo que nuestra población y especialmente los y las jóvenes tengan libre acceso a las universidades y a la movilidad académica, integrando las universidades en redes regionales.

  1. Nuestra batalla contra las fuerzas neoliberales e imperialistas debe darse también en la internet y las redes sociales, que se encuentran en manos de un oligopolio mediático con intereses claros en avanzar con una agenda perjudicial a los pueblos. Estos grupos utilizan métodos deshonestos y de fake news que llevan a la

intolerancia, al odio en las relaciones sociales y a la negación de la política. Proponemos enfrentar este avance y garantizar los mecanismos democráticos en la internet a través de mecanismos de regulación, con base en los preceptos democráticos, el respeto a la diversidad de opiniones y la divulgación científica comprobada, en contra de la utilización de la internet para la divulgación de noticias y teorías sin comprobación. A este respecto, apoyamos los debates que ocurren en este momento en el Congreso brasileño a propósito de las fake news. Se alerta a los gobiernos progresistas de Nuestra América del peligro de firmar la “Alianza Digital Unión Europea-América Latina y el Caribe», que se pretende presentar en la próxima reunión de la CELAC. “La libertad para acceder a las mejores tecnologías del mundo y a un valor adecuado es fundamental”.

  1. Las fuerzas neoliberales encontraron en la derecha -y sobre todo en la extrema derecha- su canal de expresión y disputa política. Sin embargo, las recientes victorias de las fuerzas progresistas y de izquierda en la región y las luchas de resistencia de nuestros pueblos a las políticas neoliberales señalan la fuerza de las ideas de cooperación, solidaridad, multilateralismo. En los países en que prevalece el enfoque neoliberal crece la desigualdad con la concentración de la riqueza de un lado y del otro la caída del poder adquisitivo de los salarios el desempleo.

  1. Ante el crecimiento exponencial de las migraciones, profundizado por los efectos nocivos del neoliberalismo sobre los pueblos de América Latina y el Caribe, cuyos habitantes a menudo se ven forzados a abandonar su tierra y su cultura en busca de nuevos horizontes de vida en condiciones de precariedad extrema, el FSP impulsará diversas iniciativas en aras del desarrollo de una acción común de los pueblos y gobiernos de la región. Propiciamos la implementación de una política que involucre tanto a los países de origen, de transición y de destino de las y los inmigrantes, la protección de sus derechos en el marco de la integración regional, de la solidaridad internacional y la voluntad de paz, por el derecho de migrar y de migrar con derechos en el marco de la autodeterminación y la soberanía de los pueblos y la interculturalidad.

  1. Condenamos y demandamos el levantamiento incondicional del criminal y recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra el pueblo cubano, durante más de 60 años, y exigimos la

exclusión de Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. También condenamos las sanciones unilaterales contra Nicaragua y Venezuela, y la injerencia en los asuntos internos de estos países. Condenamos la aplicación de las 927 criminales medidas coercitivas unilaterales y el bloqueo económico y financiero contra Venezuela.

  1. Cuba ha resistido heroicamente a más de medio siglo el injusto y criminal bloqueo del poder imperial de Estados Unidos; la dignidad del pueblo cubano es ejemplo para todas las naciones y partidos populares del mundo. El XXVI Encuentro del FSP resuelve declarar a Cuba “Patrimonio Universal de la Dignidad”.

  1. Saludamos las diversas acciones de los gobiernos progresistas y de izquierda de América Latina y el Caribe en defensa de nuestra soberanía y contra la injerencia de Estados Unidos en nuestros países y sus intentos para imponernos su agenda política a través de los espacios multilaterales.

  1. La lucha por el fin del colonialismo en el continente americano y en todo el mundo es uno de los ejes centrales del Foro de São Paulo. Ratificamos nuestro apoyo al derecho de los pueblos del Caribe a recibir un trato justo, especial y diferenciado, y acompañamos sus reclamos de reparación por los daños del colonialismo y la esclavitud, con énfasis en Haití, que demanda amplia solidaridad. Reiteramos el compromiso inequívoco con la libre determinación e independencia del hermano pueblo de Puerto Rico, y refirmamos el apoyo a Argentina en su demanda de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgia del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. Exigimos también la devolución a Cuba del territorio en que está ubicada la base naval de Guantánamo.

  1. Defendemos el derecho de los pueblos palestino y saharaui a vivir libre- y plenamente en sus territorios ancestrales. Llamamos a todos los países del mundo y a los organismos multilaterales a reconocer la soberanía de estas naciones y la autodeterminación de sus respectivos pueblos.

  1. Las necesidades de nuestros pueblos piden el fortalecimiento de nuestra unidad en la diversidad. Las crisis sistémicas del capitalismo, el ideario neoliberal con sus perversos efectos sobre la vida de la gente, la fuerza del gran capital financiero, transnacional, y sus conglomerados, las tentativas y medidas de fuerza contra la

soberanía de Nuestra América, contra nuestros países y economías, exigen lograr la unidad de nuestras fuerzas políticas para la construcción de una América Latina y el Caribe, libre, soberana y justa.

  1. En este XXVI Encuentro, queremos saludar a todas las personas que no se encuentran más con nosotras y nosotros, pero nos han acompañado en la construcción del Foro de São Paulo.

  1. Recordamos los golpes de estado en Chile y en Uruguay, que hace 50 años consolidaron el avance de las dictaduras militares en nuestro continente y tienen consecuencias aún presentes en las vidas de los pueblos chileno y uruguayo, y quizás de todo el continente. La magnífica experiencia de la Unidad Popular en Chile, conducida por Salvador Allende e interrumpida por el golpe militar de Pinochet en 1973, sigue siendo un marco en la historia de los pueblos latinoamericanos y caribeños, por su capacidad de construir la unidad en la diversidad, su compromiso con el pueblo chileno y con los pueblos latinoamericanos en sus luchas.

  1. Expresamos nuestro respaldo a las iniciativas que los gobiernos progresistas vienen adelantando para superar la crisis multidimensional que afecta la vida de nuestros pueblos, como la de actuar de manera conjunta contra la inflación, que se propone una vía distinta a la contracción de la economía y, muy por el contrario, asume la necesidad de reducir los costos, incluyendo los intereses de los créditos, aumentar la producción, generar empleo y reducir la pobreza, mediante múltiples mecanismos. Denunciamos los tratados de libre comercio y la arquitectura jurídica creada por ellos, que dan más poder a las transnacionales en perjuicio de nuestra soberanía. Exaltamos la actitud del presidente Lula de rechazar las sanciones ambientales y otros mecanismos proteccionistas que aparecen en los debates sobre el Acuerdo Mercosur-Unión Europea.

  1. Apoyamos las decisiones adoptadas en el Encuentro de Presidentes de América del Sur, a partir de la iniciativa del Presidente Lula, y el contenido del “Consenso de Brasilia”, en el cual se establecen las bases políticas para avanzar en la integración económica, cultural social y política de nuestras naciones.

  1. Manifestamos nuestro respaldo a todas las iniciativas en desarrollo que procuran una salida política y diplomática al conflicto en Ucrania. Rechazamos las amenazas a la paz en el Pacífico y los intentos de la OTAN de avanzar sobre esa región.

  1. Saludamos las iniciativas del presidente Petro por la paz en Colombia, una política fundamental para lograr la paz en América Latina y el Caribe, consecuente con el compromiso del Foro de São Paulo en defensa de la paz en nuestra región, así como en el mundo. Reconocemos el papel de Cuba, México y Venezuela como garante del proceso y de los Acuerdos de Paz en Colombia del 2016. Defendemos la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

  1. En este XXVI Encuentro del FSP, tenemos la histórica responsabilidad de aprovechar esta segunda oportunidad de tener en América Latina y el Caribe una mayoría de gobiernos integrados por fuerzas políticas y movimientos sociales progresistas. Superemos las diferencias, construyamos la más amplia unidad en la diversidad de los partidos, los movimientos sociales, populares y la intelectualidad progresista y de izquierda al interior de cada organización, país y del continente.

¡Seguiremos juntos por la integración regional para avanzar en la soberanía latinoamericana y caribeña!