La reforma política y la unidad de la izquierda
La nueva situación política generada a partir del pedido de adelanto de elecciones generales y recortes de mandatos, brinda una valiosa oportunidad a las fuerzas políticas de izquierda y a los sectores sociales para irrumpir en el escenario político con una propuesta rupturista y radical, que libere a la Nación Peruana de la secuela de corrupción, y el blindaje de los corruptos de las clases que hoy detentan el poder en el Perú.
La línea de frente único diseñado en el XV Congreso del PCP nos demanda a la conformación de un espacio unitario más amplio que el frente político Juntos por el Perú, al que nos sumamos cumpliendo con los acuerdos del II Pleno del Comité Central.
En esa línea, nuestro Partido se incorporó al espacio unitario “Voces del Cambio” participando en los encuentros de Huancayo y Cusco, contando este último con la participación de las demás organizaciones de Juntos por el Perú a excepción de Ciudadanos por el Cambio.
Los acontecimientos políticos de los últimos meses han evidenciado que las organizaciones de izquierda y en especial Juntos por el Perú se han mantenido ausentes. La reducida incidencia de las izquierdas en el quehacer político del país, relega a sus organizaciones a seguir siendo un proyecto político anclado en el pasado de Izquierda Unida, en los mesianismos de sus diversos actores que la condujeron a su ruptura y el continuo ostracismo de los partidos que la sobrevivieron y de los que han surgido.
Sin embargo, hoy, la crisis de la derecha en la conducción del país y la recesión económica en desarrollo, le brinda una oportunidad inigualable a las organizaciones de la izquierda de convertirse en un importante referente político, que recupere al país de la corrupción, del desgobierno y del entreguismo neoliberal.
La crisis política se ha transformado en una oportunidad para la unidad electoral de las fuerzas de izquierda, que les permita contener a la derecha neoliberal y al fujimorismo en las probables elecciones de 2020.
La aproximación inicial de las organizaciones de izquierda con registro electoral como JP y Perú Libre fue promovida desde el especio “Voces del Cambio” para la conformación de una alianza electoral entre Juntos por el Perú y Perú Libertario, a las que se sumarían con acuerdos políticos el Movimiento Nuevo Perú y el Partido Comunista Peruano, con miras a enfrentar las elecciones del 2020. Dicho acercamiento se ha frustrado con la reciente condena del líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón.
Esta nueva situación ha ocasionado un severo resentimiento del proceso unitario electoral, ya que Juntos por el Perú con la conducción del Partido Humanista ha regresado a la estrategia de “salvar la inscripción” como la denominan retrasando las decisiones políticas que permitan enfrentar los acontecimientos de modo unitario.
Por su parte el Movimiento Nuevo Perú ha oficializado su decisión de iniciar su proceso de inscripción en el nuevo marco electoral (que aún no se ha oficializado) manteniendo la postura de enfrentar las próximas elecciones de manera unitaria.
Estamos convencidos que las izquierdas enfrentarían un escenario desfavorable, en las condiciones de diáspora sectaria en la que se encuentran, y que únicamente podría ser superado con el desprendimiento de ambiciones gruista, que permita enfrentar el escenario político-electoral en mejores condiciones en un gran frente de izquierda con participación igualitaria de todas las fuerzas políticas.
Sostenemos que una unidad electoral que se transforme en la alternativa de las demandas de la población deberá sostenerse en un único Programa de Gobierno, en una única Alianza Política Electoral y en una sola candidatura presidencial.
La Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) publicó, un pronunciamiento en ocasión de la movilización nacional del 5 de setiembre, último, donde «emplaza a los partidos de izquierda, progresistas, democráticos, patrióticos, anti neoliberales a forjar una alianza, sin renuncia a sus principios, para enfrentar la crisis actual de disputa derechista y corrupta por el control del Estado y continuar al servicio de las transnacionales y la oligarquía nucleada en torno a la CONFIEP y sus clubes empresariales».
La CGTP, manteniendo su independencia política de clase, “exige alta responsabilidad en esta hora precisa en que se necesita una verdadera fuerza de cambio con una nueva Constitución política hacia una nueva República de todos los peruanos, para rescatar nuestra soberanía nacional, acabar con las desigualdades, discriminaciones y la explotación esclavista, a través de la reforma laboral al gusto de Vizcarra y el fujimorismo donde coinciden puntualmente».
Y plantea que «se hace necesario una solo frente político, un solo programa y una sola candidatura con respaldo de las fuerzas sociales organizadas de todo el país. Ahí está el deber y todos los que hablan en nombre de los trabajadores y los pueblos tienen la obligación de confluir”.
Si bien la izquierda y las organizaciones del pueblo respaldan el adelanto de elecciones, al mismo tiempo repudian y enfrentan la ofensiva neoliberal del gobierno de Martín Vizcarra, quien junto a la CONFIEP y la mayoría parlamentaria imponen a los trabajadores: una reforma laboral esclavista, bajo el manto de la productividad y la competitividad.
Luis Villanueva Carbajal
Secretario general del PCP