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El PCP Frente A La Crisis

Luis Villanueva Carbajal Secretario General del PCP

La unidad de las fuerzas democráticas es el factor estratégico para derrotar al autoritarismo económico y polí­tico y salir de la anarquí­a social y moral, que los peruanos rechazamos Percepción polí­tica del Perú, a donde vamos?

El fallido golpe de Pedro Castillo, del 7 de diciembre del 2022, cambió radicalmente el panorama político nacional, el mismo que se agudizó con la instauración de una dictadura cívico-militar que preside Dina Boluarte, con el apoyo de los sectores ultraconservadores y fascistas -criollos- desde el Congreso, y el apoyo internacional de partidos reaccionarios, como VOX de España, ONG y fundaciones anticomunistas que alientan la represión contra el pueblo peruano.
Hoy gobiernan los perdedores y vacadores enquistados en el Congreso de la República y pisoteando la propia Constitución que dicen defender, están aplicando un totalitarismo ventral para controlar los poderes del Estado, el Ministerio Público, el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo, el Poder Electoral, etc. Y junto a otros poderes fácticos económico-empresariales, medios de comunicación monopólicos y los sectores políticos conservadores y fascistas, son los responsables de la represión sangrienta contra el pueblo movilizado, que ha costado la vida de 70 compatriotas, principalmente en las regiones del Sur.

En tales circunstancias, nuestra Conferencia Nacional, realizada el 28 y 29 del mes de abril del 2023, decidió estrategias partidarias para enfrentar la arremetida ultraconservadora y fascista que amenaza a las organizaciones sociales y políticas de izquierda y a otras fuerzas democráticas. La derecha quiere mantenerse en el poder más allá del 2026, con Dina o sin ella, para endurecer las políticas neoliberales y vacunarse contra un nuevo intento de un gobierno democrático popular; más aún cuando la hegemonía norteamericana está perdiendo influencia con el nuevo orden multipolar insurgente que lidera el grupo de los BRICS.

Jornadas de protestas por la recuperación de la democracia

La gran movilización nacional convocada para el 19 de julio por cientos de organizaciones del más amplio espectro social y político, exige la restauración del orden constitucional, secuestrado por un Congreso golpista repudiado por más del 90% de la población y una Presidenta de la República rechazada por el 80% de la población; los represores del pueblo no pueden seguir gobernando los destinos del país. Además de convertir al Perú en un país paria ante la comunidad internacional, por atentar contra los derechos humanos, donde reina la impunidad frente al asesinato para combatir las protestas sociales, como una política de Estado, que peligrosamente ab re las puertas a la instauración de un régimen pinochetista que se instaló en Chile hace 50 años.
El terruqueo delirante de las élites de pensamiento colonial y fascista quieren más sangre y en ese objetivo criminal, comprometen a las fuerzas del orden para masacrar las protestas legítimas y pacíficas del pueblo; estos propósitos deben ser denunciado ante las instancias supranacionales; así como deslindar con el lumpen de opinólogos políticos, quienes a través de la prensa concentrada defienden los intereses privados de las élites del poder transnacional y de la oligarquía vende patria.

La unidad en la lucha y un programa alternativo para salir de la crisis

Entre las muchas iniciativas a nivel nacional para forjar la unidad de las fuerzas democráticas que pugnan por un país soberano y con justicia social, el 1 y 2 de julio se reunió en Lima el I Encuentro Nacional de los pueblos y organizaciones del Perú en la que participaron 700 delegados de 24 regiones del Perú, para abordar las acciones a realizar el 19 de julio, de manera más estructurada en su Plataforma de lucha y avanzar en el tema organizativo.
Este primer encuentro es un avance positivo para unir las luchas del pueblo, que se suma a otras iniciativas que se están desarrollando en el interior del país. El debate reflexivo, crítico y autocrítico, de las fuerzas sindicales, los frentes de defensa, los comités de lucha, la sociedad civil organizada, los movimientos sociales, culturales y étnicos, de la mujer luchadora y la juventud de las universidades, aprobó por Consenso los siguientes puntos de la Plataforma de Lucha: -Renuncia de Dina Baluarte: Cierre del Congreso mafioso; Asamblea Constituyente y nueva Constitución; Libertad de todos los presos políticos desde el 7 de diciembre hasta la actualidad; Sanción para los directos y mediatos de los 70 asesinatos de lesa humanidad, más de 1800 heridos y reparación para las familias de las víctimas; Fuera las tropas norteamericanas del Perú y defensa de la soberanía nacional; Ninguna privatización ni contratos ley aceptaremos: en educación, de los recursos naturales, agua, litio y minerales y exigimos el desarrollo del agro y alimentación nacional, salud, luchamos por trabajo digno para todos.
Algo positivo es la conformación de un Comando Unitario Nacional de Lucha integrado por las Macro Regiones del Sur, Norte, Centro, Oriente, Lima y las centrales sindicales convocantes al Primer Gran Encuentro Nacional de los Pueblos y Organizaciones del Perú, dejando abierta la incorporación a este Gran Frente Único de Lucha a todas las organizaciones sectoriales de carácter nacional, invitando a todos los otros sectores que no pudieron participar como son los Colegios Profesionales y las fuerzas y vertientes culturales susceptibles de ser unidas contra la dictadura, mafiosa y fascistizante.
Este evento unitario es el reinicio mejor organizado con las marchas, movilizaciones, toma de Lima, paro, con una Plataforma Nacional conducida por las genuinas organizaciones que quieren un cambio verdadero para el bienestar de la mayoría de los peruanos.
El PCP como organización política de larga trayectoria y consecuencia de lucha por un Perú nuevo, respalda y participa en las acciones por la recuperación de estabilidad política y la implementación de un verdadero plan de desarrollo económico que mejore la vida de los peruanos, donde más del 40% de la población infantil se encuentra en estado de desnutrición agravada; y el país en una grave emergencia alimentaria y de salud.