Crisis sanitaria y reactivación Económica marcan el rumbo de la política en el mediano plazo
Crisis sanitaria y reactivación Económica marcan el rumbo de la política en el mediano plazo
Por: Luis Villanueva Carbajal
Secretario general del PCP
A cuatro semanas de las elecciones generales del 11 de abril, la agenda política mantiene la lucha contra la pandemia, la reactivación de la economía, el proceso electoral de abril y la lucha contra la corrupción.
El colapso del sistema sanitario, desde la carencia de infraestructura y equipamiento en todos los niveles de atención, es el primer obstáculo; a ello se suma la carencia de oxígeno, cuya concentración monopólica barrió con los medianos productores. Hoy la gente se muere asfixiada; a ello hay que sumar la carencia del recurso humano, de médicos intensivistas, enfermeras y personal que fueron despedidos sin prever una segunda ola, y se dice que podría alcanzarnos una tercera y nuevas mutaciones del coronavirus.
La crisis estructural sanitaria y los embates mortales del virus es el resultado del abandono presupuestal del Estado y la errática actuación del Gobierno de Vizcarra y Sagasti, imbuidos en procesos investigatorios en casos de corrupción por la adquisición de productos sanitarios. El escándalo del VACUNAGATE fue el extremo del abuso del poder y corrupción al más alto nivel de los gobiernos de Vizcarra y Sagasti, y que, por defecto, compromete a la fiscal de la Nación.
El despliegue periodístico sobre los detalles de la compra, ruta y arribo de las vacunas al Perú es inversamente proporcional al “interés” del Gobierno y los medios de comunicación por mostrar la lista completa de los implicados en el caso de corrupción VACUNAGATE. Así, la campaña “Yo pongo el hombro” que tiene al presidente de la República, Francisco Sagasti, como figura principal, hace noticia de su vacunación dando un mensaje contrario a los peruanos, cuyos familiares mueren por centenares todos los días.
Sagasti debería entregar la lista del VACUNAGATE y otros que, como en su caso, han sido privilegiados con la vacuna sin ser personal en primera línea de combate contra el covid-19, mientras que cientos mueren cada día por falta de camas UCI o, lo más lamentable, por falta de oxígeno.
Es evidente que los intereses mezquinos del Gobierno morado, con vista a las elecciones, llevan a que el presidente de la República se oponga rotundamente a la iniciativa de los empresarios privados de comprar vacunas para ser distribuidas gratuitamente a sus trabajadores y familiares; hace cuestión ideológica y se opone usando la falsa concepción sobre la equidad como barrera para que los sectores empresariales no puedan adquirir la vacuna Sputnik V u otra más barata y de mejor calidad que la vacuna SINOPHARM, cuya compra es sospechosa de sobornos.
Solo en construcción civil existen más de 450,000 trabajadores que quisieran tener la suerte del presidente, de poder elegir el día y la hora de su inoculación. Siendo un sector que arrastra intensa mano de obra, debe permitirse la compra para la inoculación. En construcción civil, donde existe negociación colectiva por rama de actividad y un nivel de diálogo aceptable entre empleadores y trabajadores, eso es viable con la CAPECO. Mientras tanto, el Gobierno debe dedicarse a la vacunación masiva en los sectores que no están incluidos en un sistema laboral.
Es lamentable que a casi un mes de recibir las dosis para 450,000 peruanos aún no se hayan utilizado las vacunas, que siguen desapareciendo. El miércoles 4 de marzo llegó un lote de 50 mil vacunas Pfizer para 25 mil beneficiarios, sin embargo, la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, informó que recién el lunes 8 empezarán a distribuir… a paso de tortuga.
La reactivación económica
Recientemente, el ministro de Economía y Finanzas explicó al país que la economía crecía de maravilla y que los peruanos estaban sintiendo mejoría en los bolsillos. Es posible que el ministro se haya mudado a otra galaxia. En diciembre dijo que no había segunda ola y que los resultados macroeconómicos eran de lo mejor, olvidando que la economía peruana ha retrocedido 10 años. Su mensaje fue para darle buenas noticias a los sectores empresariales beneficiados con los 60 mil millones de soles a través de Reactiva Perú, a quien les ha estirado la amortización de la deuda hasta dentro de un año, préstamos, que, en muchos casos, las empresas que los recibieron ya han quebrado, y el pueblo peruano asumirá el pago de ese dinero tirado al mar. En otros casos, empresas deudoras del Estado y/o implicadas en casos de corrupción ya habrán colocado el dinero en cuentas del extranjero o invertido en compra de casas de playa.
Sobre anuncios de inversión para las mypes, silencio total; solo más noticias oscuras para el futuro de los peruanos: la emisión de nuevos bonos soberanos por 4,000 millones de dólares, que endeuda al Perú por 30 años más. Si a esta emisión le agregamos la deuda emitida por Vizcarra y Kuczynski, llegaríamos a cerca de US$ 40,000 millones en este quinquenio, una pavorosa cifra que la pagaremos hasta en 100 años, hipotecando el futuro de las cuatro siguientes generaciones.
Lo increíble es que el dinero que nos “prestan” es nuestro propio dinero porque el Banco Central de Reserva ha invertido en Valores emitidos por el Tesoro de los EE. UU. y en otros países por más de US$ 50,000 millones de nuestras Reservas Internacionales.
«SIENDO UN SECTOR QUE ARRASTRA INTENSA MANO DE OBRA, DEBE PERMITIRSE LA COMPRA PARA LA INOCULACIÓN. EN CONSTRUCCIÓN CIVIL, DONDE EXISTE NEGOCIACIÓN COLECTIVA POR RAMA DE ACTIVIDAD Y UN NIVEL DE DIÁLOGO ACEPTABLE ENTRE EMPLEADORES Y TRABAJADORES, ESO ES VIABLE.»
El XVI Congreso Nacional del PCP
En el contexto de la crisis sanitaria y la quiebra económica del Perú, se realizarán las elecciones generales del 11 de abril; el proceso se da en un ambiente político anormal en el que confluye el sector vizcarrista y su aliado directo, los morados, que desde el 2018 han convertido al Estado peruano en una granja para alzarse los huevos de oro y la gallina.
Martín Vizcarra, con sangre fría de lagarto, usó los poderes del Estado para blindar sus fechorías, hechos delictivos que están en proceso de investigación fiscal y que cada día salen a la luz: el control del Jurado Nacional de Elecciones para liquidar a sus adversarios políticos en las próximas elecciones; su influencia en el sector de inteligencia, en el Poder Judicial, en la Fiscalía de la Nación, los medios de comunicación aceitados con millones de soles, etc. A pesar de su trabajo “montesinista”, el poder construido a través de relaciones con favores se cae día tras día.
Pero no hay duda de la presión que ejerce frente al gobierno morado de Sagasti, cargándole además un pasivo repudiable frente a la crisis sanitaria y el derrumbe de la economía nacional que cuesta 120 mil fallecidos por el COVID-19, un millón y medio de contagiados, etc.
La recuperación del país requiere del esfuerzo y voluntad coordinada de todos los peruanos. Entendiendo que es así, los militantes del PCP hemos convocado los días 19, 20, y 21 de agosto al XVI Congreso Nacional Ordinario; los retos para sacar adelante al Perú necesitan políticas de desarrollo según las circunstancias. Estamos convencidos de que el mundo postpandemia será distinto, no hay marcha atrás; los avances tecnológicos y las relaciones laborales con el capital, que empujarán un desarrollo de las fuerzas productivas, el trabajo informático, la robótica, la explotación de nuestros recursos naturales, deberán favorecer a nuestro pueblo. En suma, requerimos un nuevo programa, y para su aplicación, una organización capaz de asumir los retos que ya se plantean, para así ser consecuentes con el pensamiento del Amauta José Carlos Mariátegui, construir un nuevo país al servicio de su gente: ¡Ni calco ni copia! ¡Creación heroica!