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Defender con firmeza el cambio democrático popular

Por:
Luis Villanueva Carbajal
Secretario general del PCP

El Partido Comunista Peruano (PCP) hace suyo el triunfo político electoral logrado por el presidente del Bicentenario, profesor Pedro Castillo Terrones, con las banderas de Perú Libre, al que comprometimos nuestro apoyo militante durante la segunda vuelta para derrotar a la coalición política mafiosa, ultraderechista y golpista, liderada por el fujimorismo-montesinista.

Se abre una nueva época política en el Perú, después de 200 años de dominio económico, político y social de los sectores minoritarios de la oligarquía neocolonial, por primera vez se instala en el Gobierno central un genuino representante del Perú profundo, proponiendo un programa de cambios orientados a resolver las grandes desigualdades sociales que han generado los grupos de poder a los que el economista Carlos Malpica denominó “Los dueños del Perú”.

Desde nuestras trincheras de luchas en las diferentes bases sociales a nivel nacional, nos toca defender con firmeza el proceso de cambios verdaderos por las que el pueblo peruano votó y que el presidente Pedro Castillo, consecuente con sus propuestas de campaña electoral, ha ratificado en su primer mensaje a la nación, el 28 de julio.

Las propuestas del mensaje presidencial tuvieron una repercusión favorable, que superó a la campaña del “miedo anticomunista”. Su contenido presenta una visión plurinacional, eminentemente participativa, democrática, popular; convoca a los peruanos a participar en la construcción de una sociedad más equitativa en todos sus aspectos y una patria con plena soberanía, hermanada con todos los pueblos del mundo.

Los ejes centrales del mensaje contienen: una visión retrospectiva de nuestra cultura milenaria rica en aportes al patrimonio cultural de la humanidad, así como también la ruptura de nuestro desarrollo con la irrupción trágica del colonialismo español, cuya factura social aún la estamos pagando.

Las líneas políticas que marcan las prioridades en los primeros meses de gobierno, como son la lucha contra la pandemia del Covid-19, la reactivación económica para recuperar el empleo, declarar en emergencia el sector de educación para reestablecer el funcionamiento de las clases presenciales y transformar el sistema educativo hacia el desarrollo integral del educando para constituirlo en factor sustancial para el desarrollo del país.

“En los últimos 30 años se ha discutido mucho sobre las falencias del modelo económico implementado en los 90. A pesar de ello, ningún Gobierno escuchó el malestar de las mayorías y así se rehusaron a realizar los cambios anhelados por la población. Pero la pandemia terminó por visibilizar que las críticas que se le hacían al modelo económico no solo eran legítimas, eran también válidas. Hoy la población pide cambios y no está dispuesta a renunciar a ellos”, enfatizó el presidente de la República.

Hay una visión clara sobre la lucha contra la corrupción, sancionando con dureza y rapidez para que no salga ganando la impunidad. Para ello se potenciará la Contraloría General de la República, la Fiscalía de la Nación y todo el sistema judicial anticorrupción.

El impulso a la promoción de la inversión con “rentabilidad social” que es superior a la licencia social. Todo proyecto debe contribuir a dinamizar la economía local, regional y nacional; a mejorar el nivel de empleo y salarios como lo estipula la OIT; realizar transferencia tecnológica con la inversión extranjera; mejorar la distribución del ingreso; promover y preservar la cultura y el medio ambiente. Si un proyecto no tiene rentabilidad social, simplemente no va. Se promoverá la inversión del Estado, como lo hacen todos los países de la región como socio o ejecutor mayoritario.

De otra parte, el mensaje expone las principales acciones a realizar en los diversos sectores de la actividad pública, creándose además el Ministerio de Ciencia y Tecnología, y la carrera de investigador científico. Y se anunció el ingreso libre a las universidades públicas, el fomento de la construcción y mejoramiento de caminos rurales como la primera prioridad.

En resumen, el mensaje a la nación plantea una visión más avanzada para el desarrollo económico y social del país, con un Gobierno y un Estado descentralizado y más cercano a la gente, es decir, hacer realidad que un Gobierno elegido por el pueblo gobierne con la participación activa del pueblo peruano.

Por una nueva Constitución

El presidente Pedro Castillo, lejos de transar con las amenazas golpistas de la candidata perdedora y los conservadores radicales, anunció que se presentará al Congreso un proyecto de ley para reformar el artítulo 206 de la Constitución vigente y respetando la legalidad sea sometido a discusión por el Congreso de la República y de aprobarse se someta a ratificación en un referéndum popular.

Cada vez más, hay sectores de la población y organizaciones empresariales y sociales, que están entendiendo la necesidad de un cambio constitucional y que la actual Constitución no está escrita en piedra ni es eterna, como pretenden hacer creer los que han saqueado las arcas del país.

Los trabajadores, desde la caída del fujimorismo, han venido proponiendo el cambio de la Constitución espuria de Fujimori que impuso en dictadura. Por ello saludamos al presidente Pedro Castillo y a los congresistas de Perú Libre por hacerles recordar a la derecha que el cambio constitucional es una bandera que no se claudica.

Está claro que en lo inmediato el tema central es el combate a la pandemia, vacunando a todos los peruanos. La recuperación de los sectores económicos que demandan mayor mano de obra. Dar solución al sector educativo, etc. Pero, en paralelo, se pueden aplicar los mecanismos legales para convocar la Asamblea Plurinacional Constituyente Democrática.

Denunciar y derrotar los planes golpistas

Sectores del poder económico y las mafias políticas a su servicio, los fujimontesinistas y la ultraderecha golpista, han declarado la guerra a la gestión del gobierno del pueblo que conduce el presidente Pedro Castillo Terrones.

No hay que permitir que prospere la estrategia ultraderechista, para dividir al Partido de Gobierno; siendo perdedores de las elecciones, pretenden imponer a quienes deben integrar el equipo de gobierno del presidente Pedro Castillo, utilizando amenazas de desestabilización política y económica, campañas de desprestigio contra cuadros de los partidos de la izquierda, que rechazamos rotundamente.

Hay que desmontar las provocaciones y cerrar filas partidarias. Del “lobo basta un pelo” señala un refrán en la política; si el enemigo de clase pretende imponer en el nuevo Gabinete a personajes que han servido al poder económico y lo aceptamos, se estaría condenando al fracaso el proyecto político que ganó. No debe ocurrir lo que sucedió con Ollanta Humala y su “Hoja de Ruta”.

Sabemos que serán sabios en garantizar la más férrea unidad del partido Perú Libre y el equipo de Gobierno, promoviendo nuevos cuadros en la gestión pública para garantizar la gobernabilidad. Todos tenemos las más grandes expectativas de que se superarán las naturales discrepancias, derrotando el extremismo de izquierda y la emboscada de la derecha y sus topos.

Ya conocemos los GABINETES DE LUJO y de tránsfugas que han participado en diversos gobiernos y han fracasado como sucedió con PPK.

Los politicólogos y los comunicadores sociales o seudoperiodistas a sueldo, cumpliendo el encargo de los dueños de los medios de comunicación, se han convertido en una maquinaria de demolición “canina” para que no haya cambios y el poder económico, mafioso y mercantilista, continúe manejando a los políticos, para su beneficio; los sicarios de la comunicación quieren escudarse en la libertad de expresión.

Un ministro es un político; si, además de ello, es técnico, aún mejor; pero los técnicos no necesariamente son políticos: ellos cumplen el programa de gobierno. Aquí radica la diferencia sustantiva de un Gobierno del pueblo. Los ministros no ejercen sus políticas personales, no son estrellas de la farándula; el plan del Gobierno sale de las propuestas políticas del Partido o Alianza que ganó las elecciones, con la extensión de propuestas de otros sectores políticos y de las organizaciones sociales o personales que coincidentemente apuntan a los objetivos del cambio. Los partidos nacen para gobernar en beneficio de las grandes mayorías, no para convertirse en clubes políticos o vientres de alquiler, proliferando el oportunismo y haciéndose de la política un negocio electoral al servicio del poder económico.

Frente a este panorama de confrontación y amenazas que sabotean las acciones de la lucha contra la pandemia del Covid-19 y la recuperación económica país, el PCP convoca a su militancia a participar activamente en el Frente Nacional por la Democracia y la Gobernabilidad y promoviendo su constitución a nivel nacional.

¡EN ESTA LUCHA TODO NOS UNE, NADA NOS SEPARA!

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